Los medios de comunicación colectiva y su inclusión en las tres esferas de las sociedades modernas.

Brenda Aidé Becerra López

Ciudad de México 201121

RESUMEN

Las esferas sociales públicas, privadas e íntimas  se han transformado con la incursión de los medios de comunicación colectiva en la era moderna. ¿Hasta dónde debe ser permitida la ventilación  de aspectos de la vida privada en la esfera pública?, ¿debe haber regulación en la forma en que los medios difunden  estos aspectos? Sin duda la regulación debe provenir de la conciencia de saber distinguir y tener claro, qué aspectos resultan de interés público y qué otros resultan de interés privado, pero ¿quién tendrá que definir esto? y ¿cuáles serán los criterios?

INTRODUCCIÓN

La inclusión de los medios de comunicación en las esferas privada, pública e íntima en las sociedades modernas resulta una oportunidad para debatir  desde la perspectiva ética  ¿Hasta dónde debe ser permitida la ventilación  de aspectos de la vida privada en la esfera pública? Y si ¿debe haber regulación en la forma en que los medios difunden  estos aspectos? Razón por la cual comenzaré por especificar las características de  las esferas modernas y la transformación de la cual han sido resultado, asi como los argumentos  sobre porque sí hay que regular la difusión de aspectos de la vida privada en la esfera pública.

Reconfiguración de las esferas sociales en la modernidad

Thompson escribe en Los media y la modernidad que algunas características del mundo moderno son el resultado de un conjunto de transformaciones institucionales que se iniciaron en Europa a finales de la Edad Media y a principios de la era moderna. Dichas transformaciones fueron variadas y complejas, afectando regiones europeas e impactando a nivel mundial, así mismo aparecieron nuevas instituciones que expandieron el alcance de sus actividades dejando eclipsadas a  las prácticas tradicionales (Thompson: 2002:70).

Las formas de interacción según Thompson  atraviesan un proceso interesante. La interacción cara – cara es la  forma de relación comunicativa donde los sujetos se encuentran uno frente al otro. La interacción  mediática es posible cuando hay de por medio un aparato, sea radio, televisión, teléfono, etc. Por su parte, la interacción casi- mediática  se da cuando un grupo de personas difunden un mensaje a través de un aparato, hacia un grupo determinado de personas, al respecto Thompson hace una diferenciación sobre comunicación de masas y comunicación colectiva, la masa es vista como aquel conglomerado de personas pasivas  frente a la información que reciben; da paso a una  concepción de colectividad, cuyas características tienen que ver con el procesamiento de datos y la conformación de posturas resultado de ellas. Frente a esta postura  considero que si bien  los sujetos no pueden ser vistos como una masa en toda la extensión de la palabra. En la interacción que se pudiese establecer, existe cierto grado de  enajenación que no permite el libre pensamiento y que si ata a los sujetos en cuanto a la libre expresión y participación activa frente a los contenidos  obtenidos de esa interacción.

De este modo la reconfiguración de las esferas se da de forma muy clara e interesante porque permite desde la interacción mediática, establecer nuevos puentes de acceso hacia los otros solo desde la navegación en internet por medio de una computadora. La distancia entre dos individuos, se encuentra pendiente de un escenario de realidad virtual donde las fronteras de lenguaje, espacio y tiempo se han trascendido.

Los medios de comunicación colectiva y la transformación de las tres esferas

Según Mc Quail el surgimiento de una esfera pública se da en tres momentos en la historia, precedido por una fase de integración inicial en la época medieval, donde  “el espacio metafórico para la comunicación sin restricciones en público era un coto limitado, supervisado por el poder de la iglesia, el Estado, la clase gobernante y la comunidad local” (Mc Quail: 2002: 30). La primer etapa la conforma el nacimiento de la imprenta hasta el siglo XVII;  el segundo periodo correspondió a la era industrial temprana,  donde se da el desarrollo de la comunicación pública, cuyo rasgo legítimo y normal de la vida pública se vería  afirmado a mediados del siglo XIX al considerarse como un derecho. La última etapa lo comprende el desarrollo de los medios masivos. Por tanto las transformaciones que los medios han experimentado desde la trinchera de la comunicación respecto a las esferas sociales es muy significativa. 

El paso de la interacción cara a cara hacia la interacción casi- mediática, asi como el vertiginoso y constante avance tecnológico, transformó también la manera en que los mensajes y la información se transmiten y se reciben. La sociedad de la información surge como un paradigma que exige una simultaneidad de datos y experiencias, pero a su vez también desencadena una actividad monológica, ajena a la interacción. 

De tal modo que las esferas sociales se manifiestan de maneras diversas y muy específicas, a recordar son tres. La esfera pública cuya representación recae en el Estado. La esfera privada cuyos sectores comprenden los empresarios y comerciantes y la esfera íntima que se limita a lo que comprende el sujeto.

Actualmente para los personajes de la vida pública, una de las características importantes, es precisamente la imagen. La imagen de un político por ejemplo, se configura desde lo físico, hasta lo discursivo. Los  personajes de la vida pública, precisamente son eso, personajes, con una historia, una imagen y una personalidad controlada, pendiente siempre de los medios de comunicación. Pensemos en el caso de la radio, hasta hace unos años las voces de la radio no eran más que ecos proyectados en el micrófono, cuya materialización  quedaba  en el imaginario de los radioescuchas. Hay las voces de los locutores no solo son voces, también son rostros conocidos, son trayectorias y son imagen.

La ventilación de aspectos de la vida privada en la esfera pública

Para cuidar esa imagen hace falta cuidar también, qué de todo lo que rodea al personaje es digno de ser conocido;  que sí y qué no puede filtrarse en los canales de comunicación colectiva. Un ejemplo de la importancia que tiene  todo esto y nos remite en este caso, son los contenidos de  wikiliks y por tanto el papel que juega la internet como  nuevo  medio de comunicación, cuyo impacto y relevancia ha puesto en jaque países y gobiernos enteros alrededor del mundo. 

Pero qué entendemos por privado y público. Según Thompson lo público significa abierto o disponible al público, lo visible u observable, aquello que realiza ante espectadores, lo que expone a todos o a muchos para que sea visto u oído; lo que es privado es lo que queda oculto a la mirada, lo que es dicho o realizado en la privacidad, en secreto o en un  círculo restringido de personas, lo invisible (Thompson: 2002: 166). Por tanto si queremos ilustrar en cada caso tenemos muchos ejemplos que pueden servir para ello.

Por ejemplo el caso Wikiliks pone en la mesa de debate  el dilema ético que surge sobre un derecho importante “el derecho a la información” sobre otro  “el derecho a la privacidad”. Recordemos las conversaciones telefónicas grabadas asi como cables difundidos  entre funcionarios de diversos países cuyos asuntos internos se vieron ventilados a nivel mundial, ocasionando en todos los casos escándalos por sus polémicos contenidos e incluso algunas fisuras en las relaciones diplomáticas.

Por otro lado recordemos también los video escándalos en México, donde se evidenció la debilidad  de políticos  perredistas,  o bien la llamada de Josefina Vázquez Mota donde se destapó la red de espionaje de García Luna, cuya referencia se trataba de la intervención telefónica,  de la cual estaba siendo objeto ella misma.

En el caso de estos ejemplos, cabe mencionar que si bien hay un legítimo derecho a la privacidad, ya que ninguno de nosotros tendríamos por qué estar oyendo conversaciones privadas entre funcionarios. La información que resulta de estos  mecanismos no termina siendo ajena, al contrario, si en voz de Josefina, por suspicacia propia, nos enteramos que García Luna tiene una red de espionaje hacia su misma gente, al intervenir y grabar conversaciones telefónicas, cuya prueba es la misma grabación,  dirigida hacia personas del mismo partido al que él pertenece, que podemos esperar los ciudadanos.

Otro ejemplo importante es el famoso caso de Bill Clinton y su aventura con la becaria Lewinsky, en este suceso el ventilar su desliz sexual no muestra otra cosa más que la intención de destruir su imagen, pues definitivamente las prácticas sexuales de los funcionarios públicos no resultan de incumbencia pública, a menos que transgreda lo ético, cuya representación dependa de tal caso. Por ejemplo, es de interés público si el párroco de la iglesia tiene prácticas sexuales determinadas, ya que el papel que representa  no corresponde a dichas acciones.

Otro caso importante es lo que refiere al toallagate en los pinos, durante el gobierno de Vicente  Fox, sin duda es de relevancia saber el costo de un par de toallas, si estas son pagadas con dinero del erario público, no lo es, si éstas fueron pagadas con dinero del propio presidente. 

Es importante conocer los hábitos de consumo de alcohol del presidente Felipe Calderon ya que  en ese estado podría estar tomando decisiones respecto al rumbo del páis, no lo es, si se tratara del vecino.

Regulación en la forma en que los medios difunden estos aspectos

Entonces ¿cuál es el papel que juegan los medios de comunicación en todo esto, y hasta donde es permitido ética y socialmente la ventilación de dichos aspectos? Considero que  el papel que juegan es muy importante, ya que como partícipes de la vida política de nuestro país, nos interesa lo que tenga que ver con nuestra seguridad y nuestro bienestar social. Por tanto el debate ético descansa en el caso de ser además de espectador, actor de la misma información que hay que definir si se hace pública o se queda en lo privado, por ejemplo el caso de las camionetas de televisa en Nicaragua. ¿qué hacer cuando un poder fáctico se encuentra en ojo del huracán?, sin duda el conflicto ético no tiene que ver con la difusión o no de la información, en este caso de dicha noticia, sino con el resguardo de la imagen pública de una empresa cuyo potencial y alcance en un país es muy importante. Por tanto la permisividad ética, lamentablemente, no es resultado de un código deontológico, por cierto, aun inexistente, sino más bien un conflicto de intereses.

Pensar pues en  una normatividad de aspectos relacionados con la privacidad y lo que refiere al aspecto público en términos generales, es muy necesario. A su vez esto también radica en reconocer los casos excepcionales y prever los escenarios de acción frente a sus posibilidades de  acontecer.

Sin duda la regulación debe provenir de la conciencia de saber distinguir y tener claro qué aspectos resultan de interés público y qué otros resultan de interés privado pero ¿quién tendrá que definir esto? y ¿cuáles serán los criterios? 

Conclusiones

Al revisar la trasformación de las esferas sociales y la incursión de los medios de comunicación y frente a la cuestión ¿hasta dónde debe ser permitida la ventilación  de aspectos de la vida privada en la esfera pública? Y si ¿debe haber regulación en la forma en que los medios difunden  estos aspectos? Me permito concluir que sin duda, la regulación debe provenir de la conciencia de saber distinguir y tener claro, qué aspectos resultan de interés público y qué otros resultan de interés privado, sin embargo ante esto  resulta de gran relevancia, pensar en una regulación  sobre la forma en que los medios difunden aspectos de la vida privada a partir de criterios específicos y debidamente regulados,  la dificultad radica en reconocer al órgano facultado para determinar dicha reglamentación sin trastocar la libertad de expresión y a su vez dando oportunidad a respetar el derecho a la privacidad. 

Referencias

Thompson, Jhon,  Los media y la modernidad, Paidos

Mc Quail, Denis, La acción de los medios, Amorrurtu editores